Espeleología

Si no has sufrido alguna vez molestias en tus rodillas al practicar tu deporte de montaña, sí que conocerás a alguien que le ha ocurrido ¿Cómo intentar evitar estos temidos dolores?

De entre todos los peligros a los que te enfrentas en la progresión vertical, quizá el descenso de verticales sea el más evidente. Probablemente es por este motivo que prestas mucha atención al momento del rápel y te aseguras de tenerlo todo bien preparado y ajustado.

¡¡¡PIEDRA!!! Sólo con oír a tu compañero gritar esta palabra intentarás escapar del peligro de cualquier forma, proteger tu cabeza incluso llevando casco, “rezar” aunque no sepas... para evitar que esa “bala” te golpee.

Lejos quedan los años en los que no se utilizaban los equilibrados de camilla de rescate y sistemáticamente se desplazaban en posición vertical, independientemente de las lesiones del herido o enfermo.

Esto conllevaba dos grandes ventajas:

Cada vez somos más el número de practicantes de actividades en la naturaleza y con ello seguro que has notado también el número de noticias que te llegan, casi siempre a través de las redes sociales, de accidentes en montaña.

Continuamente surgen novedades para mejorar la seguridad en montaña:

Sendero, montaña, barranco, cueva, escalada, vía ferrata, bicicleta, running, esquí... Montado en el coche, camino a la montaña, todo listo, y de vez en cuando piensas... seguro que se me olvida algo, no sé si al final he echado eso... uhhh olvidé tal cosa!?!

Lo tenía que haber apuntado...

En un rescate vertical en alta montaña, espeleología, escalada, barranquismo..., las enfermedades y accidentes que se producen pueden llegar a ser muy graves o cuando menos, tienden a agravarse dadas las especiales circunstancias de aislamiento, viento, humedad, frío, oscuridad, calor...

Si practicas espeleología, seguramente recordarás cuando empezaste e hiciste tu primer curso de iniciación a la espeleología. Seguro que te hablaron muchas veces de la importancia de redundar la seguridad en algunos elementos clave, los “dos puntos de seguridad”, algo que siempre te repiten si sigues haciendo cursos técnicos de espeleología.

¿Defiendes o condenas los descensores autoblocantes para barranquismo?

Llega la hora de descansar y pocas cosas resultan más agradables que meterse en el saco, pero al mismo tiempo es uno de los momentos del día en el que más te cuesta entrar en calor. Toca dormir, las molestias no se aceptan con tan buena cara, la humedad y el frío no se toleran igual.