¿Cómo usar y qué llevar en el botiquín de montaña?

Resulta ciertamente increíble ver a montañeros, barranquistas, ciclistas, espeleólogos, etc., con cientos (a veces miles) de euros invertidos en las últimas tendencias en material y que a la vez, no se preocupen de disponer de un mínimo botiquín de montaña y de los conocimientos básicos para utilizarlo.

Tener siempre a mano un botiquín y saber usarlo correctamente es algo que no debería faltar en nuestra vida cotidiana. Es tan poco el esfuerzo que emplearíamos en adquirir unos conocimientos que podrían salvar una vida, que es uno de los cursos, charlas o talleres obligados a realizar como aficionado a la montaña. También es importante mantener al día el calendario de vacunas e informarse en caso de viajar al extranjero.

En este artículo no voy a explicar técnicas de primeros auxilios ni cómo preparar un botiquín de montaña, creo que antes son necesarios unos pasos previos. Lo que sí voy a dar son una serie de consejos y unas pequeñas orientaciones de socorrismo, destinadas básicamente a llenar ese vacío de conocimientos hasta que, cuanto antes, pases por un cursillo especializado.

De todas formas, es obvio que la inmediata atención médica debe ser una prioridad, lo que a continuación se refiere es para evidentes casos de aislamiento o ausencia médica.

 

El botiquín que tienes que elegir, irá siempre en función de tu capacidad de uso y de los problemas que puedas encontrarte.

Algunos puntos importantes a tener en cuenta a la hora de preparar el botiquín de montaña:

1. Es imprescindible que el recipiente del botiquín sea impermeable y a prueba de golpes.

2. Normalmente será suficiente con un botiquín correctamente dimensionado y adaptado para todo el grupo, y aunque todos deben conocer bien su contenido, habitualmente se hará cargo de usarlo la persona más capacitada.

3. Es necesario que las personas que sigan alguna medicación o padezcan alguna enfermedad o trastorno físico-metabólico, lo comuniquen a la persona encargada de preparar el botiquín, y según el caso, a todos los componentes del grupo (diabéticos, asmáticos, alérgicos...), esto es muy importante en el caso de los niños, teniendo que pedir información detallada a su médico.

 

Recuerda que en actividades de montaña, el problema de uno puede ser el problema de todos, y que por tanto, todo el grupo puede verse afectado.

 

Dependiendo de la actividad (número de personas y capacidad médica, días, tipo de actividad, entorno, etc.), se adaptará un tipo u otro de botiquín que a groso modo y en un nivel básico debe disponer de medicamentos y soluciones como mínimo para lo siguiente:

  • Manta térmica y en caso de fuerte radiación solar (crema protectora del sol, lápiz labial, gorra y gafas de sol). Las ubicamos aquí para que no se olviden. Siempre deben acompañarnos en nuestras salidas a la montaña.
  • Material de curas (guantes estériles, vendas, gasas normales y vaselinadas, esparadrapo, apósitos y tiras adhesivas, tijeras, pinzas, hoja de bisturí, imperdibles, suero fisiológico, desinfectante, crema emoliente, cicatrizante…)
  • Pastillas potabilizadoras. Debido a la importancia de la hidratación para el rendimiento físico y algunas enfermedades (congelaciones, problemas relacionados con la altitud y con el calor, infecciones, etc.), nunca deben faltar en nuestro equipo personal (botiquín), cocina, etc. Tienes que deshacerse de mitos tales como “no beber para no sudar”, “yo sin agua camino mejor”, etc.

También conviene recordar que a algunas personas, el agua pura y limpia de alta montaña o deshielo puede provocarles diarrea si la toman en gran cantidad. Para evitarlo, es conveniente que no la tomes excesivamente fría y acompáñala de algún alimento o añadirle sales (no porque sea malo tomarla sin sales, sino porqué pueda resultar muy diferente respecto a la que estás habituado). Si dudas de su pureza debes potabilizarla convenientemente siguiendo las instrucciones pertinentes.

 

A continuación se relacionan una serie de medicamentos con amplia tolerancia médica, pero algunas personas pueden resultar alérgicas o no tolerarlos. Es IMPRESCINDIBLE que cada persona supervise los medicamentos que componen el botiquín y que se asesore con su médico sobre posibles incompatibilidades. Todo medicamento tiene contraindicaciones e intolerancias que pueden provocar problemas muy graves de salud, especialmente en niños, embarazadas, ancianos y enfermos crónicos). Siempre se acompañaran del correspondiente prospecto.

  • Antitérmicos-analgésicos (Ibuprofeno, paracetamol, metamizol, ácido acetilsalicílico…).
  • Antiinflamatorios (Ibuprofeno, dexketoprofeno, piroxicam, diclofenaco…). Acompañar de protectores gástricos o tomar acompañados de comida.
  • Antihistamínicos. Para reacciones alérgicas (ebastina, cetirizina,  rupatadina, fexofenadina, loratadina…)
  • Antidiarreicos.
    • Loperamida para diarreas habituales.
    • Neomicina para diarreas bacterianas, víricas… 
  • Antipicaduras. Para picaduras de insectos (amoniaco, prometacina, dimetindeno…). Ver antihistamínicos.
  • Antibióticos. No tiene sentido llevarlos en un botiquín salvo en condiciones de aislamiento de varios días. En todo caso incluir los recomendados a nivel individual teniendo en cuenta las alergias e interacciones posibles.
  • Una ampliación del botiquín según el tipo de actividad sería:
    • Antipalúdicos (medicamentos contra la malaria)
    • Tratamiento de problemas relacionados con la altitud.
    • Antibióticos específicos.
    • Corticoides. En manos expertas uno de los medicamentos más útiles en alta montaña.
    • Colirio para los ojos.

En cualquier caso, solamente llevar aquello que se sepa usar.

 

Aun así, siempre hay pequeños incidentes que sin ser peligrosos, te pueden hacer pasar algún mal momento durante tu actividad en montaña y no suelen tratarse en los cursos de primeros auxilios:

 

Ampollas

Pueden llegar a comprometer seriamente la seguridad al limitar el desplazamiento. Normalmente se deben a la fricción repetitiva del calzado, arnés, etc., sobre la piel. El dolor o la molestia, es debida al líquido que transmite los efectos de la presión a las zonas sensibles de la dermis. Normalmente se abrirán con el simple roce. Las producidas por el frío o el calor (quemaduras) no se deben tocar.

Evolucionan en tres etapas:

Aparece una pequeña molestia pero apenas ves un enrojecimiento en la piel. Es el momento de actuar protegiendo la piel con esparadrapo, apósitos especiales para ampollas (Compeed, Hansaplast, Scholl, Dermaactive, etc.), vaselina, un calcetín delgado debajo del grueso, etc.

1. Ya ha aparecido la ampolla. Si está intacta y no molesta al andar lo mejor es protegerla con un apósito especial para ampollas y curará sola.

Habitualmente molestará al andar por lo que lo mejor será que la vacíes con una aguja que previamente habrás desinfectado (calentándola al fuego por ejemplo). Al igual que toda la zona afectada (al pincharla, conviertes una herida estéril en una herida abierta con riesgo de infección).

En ocasiones puede ser conveniente que coloques un drenaje mediante un hilo de coser anudado en sus extremos para que permanezca en su lugar dentro de la ampolla y favorecer su vaciado. A continuación la protegerás con un apósito especial para ampollas. Nunca retires la piel muerta de la ampolla, te servirá de protección hasta que se regenere una nueva.

2. Si la ampolla se ha roto, tienes que tratarla como una erosión-abrasión. Limpieza abundante con agua y jabón y protegerla con gasa vaselinada o apósito especial para ampollas.

 

Insolación

En la insolación, los síntomas son piel caliente (a veces quemada por el sol), dolor de cabeza, náuseas, fiebre, escalofríos y debilidad. Aunque no suele ser grave en un entorno urbano, en montaña tienes que actuar con rapidez  consiguiendo bajar la temperatura mediante reposo al fresco, fricciones suaves con agua fría y descanso. NUNCA mediante medicamentos.

Si el afectado está consciente debes facilitarle una hidratación suave pero mantenida para evitar que vuelva a subir la temperatura.

 

Golpe de calor (el agotamiento por calor se suele confundir con una mala adaptación al esfuerzo)

Cuando la temperatura ambiental es superior a la del cuerpo, toda pérdida de calor depende de la evaporación del sudor.

El sudor, al evaporarse, roba el exceso de calor del cuerpo facilitando la adaptación al esfuerzo físico. Conviene decir que el sudor que gotea no roba calor y que el sudor que absorbe la ropa lo raba menos que el que se evapora directamente sobre la piel.

En ocasiones, la alta humedad ambiental, la ropa, la deshidratación, medicamentos que inhiben la sudoración, etc., dificultan este proceso adaptativo al esfuerzo y la temperatura corporal se eleva hasta niveles peligrosos.

Si el estado del golpe de calor no es avanzado, la piel caliente aún estará sudorosa, si ya está seca (puede estar pálida si no ha estado expuesta al sol) el problema se agrava puesto que el cuerpo ya es incapaz de generar sudor y puede sobrevenir el coma.

El tratamiento es el ya comentado para la insolación de bajarle la temperatura y preparar una evacuación urgente puesto que el riesgo de muerte o secuelas graves es muy elevado. NUNCA bajar la fiebre mediante medicamentos.

 

Lipotimia o síncope por calor

Se trata de una pérdida súbita de consciencia de breve duración. Es frecuente en personas que permanecen de pie en ambientes calurosos. Se produce por una deficiencia en el riego cerebral provocado por deshidratación, vasodilatación de la piel y un retorno dificultado de la sangre de los miembros inferiores.

Los síntomas son mareos, mucha sudoración, pérdida de fuerza, pesadez de piernas e incluso pérdida de conocimiento, siendo frecuente que en la caída se produzcan lesiones al faltar el reflejo protector.

Debe dejarse al afectado en el suelo, estirado al fresco, con las piernas algo más elevadas para facilitar el retorno de la sangre al cerebro y facilitar la hidratación.

 

Cuerpos extraños en el ojo

Normalmente se alojan en el interior del párpado superior.

1. Mira hacia abajo.

2. Toma el borde del párpado superior con firmeza.

3. Presiona ligeramente la superficie del párpado superior con el costado de un lápiz romo.

4. Voltea hacia fuera la superficie interior del párpado.

Si ves el cuerpo extraño sobre la superficie interior del párpado, extráelo con la punta de un pañuelo limpio. No toques nunca el ojo.

Si no se soluciona el problema con este procedimiento puede estar afectado el globo ocular, en tal caso, acude a un médico.

 

Mosquitos y/o picaduras de insectos

Los mosquitos suelen picar de madrugada, con la salida del sol y al atardecer. Si has recibido muchas picaduras, sobre todo en niños, no esperes a que se hinchen, administra un antihistamínico específico rápidamente. En zonas con abundancia de mosquitos lo ideal es que lleves algún repelente. Es interesante también el uso de mosquiteras.

 

Termino el artículo como lo empecé, lo mejor siempre, el contar con una asistencia médica lo antes posible.

 

En próximos artículos hablaremos de forma más concreta sobre el botiquín en función del tipo de actividad en montaña y con alguna sorpresa… si no te lo quieres perder, suscríbete para ser el primero en tener nuestros artículos y poder disfrutar del contenido exclusivo que preparamos para ti.

Ante cualquier duda cuando estés preparando tu botiquín contacta con un médico.

No descuides ningún aspecto que te impida disfrutar de tu deporte de montaña de forma segura.

 

PD: Si te ha gustado este artículo únete a nuestra comunidad de deportes de montaña y descárgate gratis el listado con 10 platillas para que nunca olvides nada en tu salida a la montaña y nuestro libro “Guía para Deportes de Montaña y Aventura” ¿Te lo vas a perder? Únete a los más de 2.000 amantes de los deportes de montaña que ya están sacando el máximo partido a estas herramientas.

 

Imagen de Freepik

Esperamos que te haya sido útil. Si te ha gustado...¡Compártelo!

Imagen de Jorge Membrado

Instructor de Progresión y Rescate Vertical para profesionales y deportes de montaña. Sus trabajos como verificador de EPI’s, perito judicial en accidentes laborales y deportivos y sus casi 4.300 alumnos formados le confieren una magnífica visión global del mundo vertical. Sus 38 expediciones deportivas por los cinco continentes le han valido el reconocimiento de Deportista de Alto Nivel por el Consejo Superior de Deportes. Autor de los blogs EsportVerd y Quipus, donde comparte toda su experiencia.

Puedes encontrarlo en la montaña o en   FACEBOOK    GOOGLE+ 

Comentarios

Me parece un artículo genial, como casi todos los que publica. Y desde mi punto de vista y experencia en cuevas y descenso de barrancos creo que hay que anadirle una vela echa por nosotros mismo. Se compra parafina y se le añade tres mechas. Eso lo vertemos en una lata de pate la piara o de realvalle las que tienen una tapadera de plástico. Y cuando nos pongamos la manta térmica colocamos nuestra vela, en nuestros pies y durante casi 5 horas vamos a tener calorcito. He incluso si tienes que montar un vivac de emergencia.
Claro esta de ni olvidarse er mechero. jajajajajaja.
Saludos Óscar

Imagen de EsportVerd

Hola Oscar,

efectivamente, el añadir el punto de calor es otro de los puntos muy aconsejables y casi obligatorio en determinadas situaciones como son los casos que comentas.

Importante no solo el olvidar el mechero para encenderlo sino también llevar cuidado que no se humezca o se moje y si es un mechero común no lo puedas encender :)

Saludos!

 

 

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.
CAPTCHA
Esta pregunta sirve para comprobar que no eres un robot de spam.
10 + 5 =
Resuelva este simple problema matemático y escriba la solución; por ejemplo: Para 1+3, escriba 4.